Un reciente informe sobre los costos de producción de videojuegos ha arrojado un dato impresionante: Activision destinó aproximadamente 700 millones de dólares en el desarrollo de “Call of Duty: Black Ops Cold War”, convirtiéndolo en uno de los proyectos más costosos en la historia de la industria.
Lanzado en 2020, “Black Ops Cold War” fue elogiado por su intensa campaña y su robusto modo multijugador. Sin embargo, estas cifras revelan el grado de inversión que Activision realizó para asegurar la calidad técnica, narrativa y postlanzamiento del título. Este presupuesto incluye costos de desarrollo, investigación y soporte para actualizaciones, aunque no contempla los gastos de marketing.
A modo de comparación, otros títulos también lujosos como “Red Dead Redemption 2” y “God of War” tuvieron presupuestos estimados de 540 millones y 80 millones de dólares, respectivamente. El hecho de que un shooter sea más caro que una epopeya del viejo oeste como “Red Dead Redemption 2” o un clásico contemporáneo como “God of War” habla del nivel de esfuerzo invertido en este juego.
Black Ops Cold War también marcó un precedente en cuanto al enfoque en narrativa histórica y detalles visuales. Desde las localizaciones de la Guerra Fría hasta la autenticidad de los uniformes, el juego buscó sumergir completamente a los jugadores en una experiencia fíel a la época. A pesar de su costo, se consolidó como uno de los éxitos de ventas del año 2020, superando las expectativas comerciales de Activision y logrando una base de jugadores leal que sigue activa hasta hoy.
Con este nivel de inversión, queda claro que los presupuestos en la industria de los videojuegos seguirán creciendo para satisfacer las expectativas de calidad de los jugadores modernos. Esta revelación también genera preguntas interesantes sobre cuáles serán las próximas barreras presupuestarias que los grandes desarrolladores estarán dispuestos a superar.